Sumérjase en las mundialmente famosas maravillas antiguas de Delfos en esta mágica excursión de un día desde Atenas, una experiencia verdaderamente inolvidable. Situada en la base del monte Parnaso, donde se decía que residían los dioses, Delfos fue antaño un lugar de culto y peregrinación. Se convirtió en una ciudad rica gracias a los regalos que allí se traían, y esa riqueza se utilizó para construir monumentos impresionantes, como estadios, instalaciones de entrenamiento y mucho más en honor a Apolo, con competiciones que precedieron a los Juegos Olímpicos de hoy en día.
Ningún viaje a Grecia está completo hasta que haya explorado el hermoso y sereno enclave de Delfos. Después de que te recojan de tu hotel en tu vehículo privado con aire acondicionado, comenzarás el pintoresco recorrido de 180 km a través de montañas y fértiles valles de campos de algodón y olivares, disfrutando de unas vistas sensacionales de la campiña griega.
Al llegar a Delfos, ingresará al sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para explorar estas impresionantes ruinas con su experto guía local.
Ya en el siglo VI a. C., se pensaba que Delfos era el punto en el que el cielo y la tierra se encontraban: era aquí donde el hombre podía acercarse a Dios. El santuario de Delfos también era famoso en todo el mundo clásico porque albergaba al Oráculo: una sacerdotisa llamada Pitia, que canalizaba el espíritu de Apolo y respondía a preguntas sobre cualquier tema, desde disputas domésticas hasta asuntos de guerra. Todos, desde dignatarios extranjeros hasta campesinos comunes, peregrinaban de Atenas a Delfos para pedir el consejo del Oráculo.
Durante esta excursión de un día, sigue sus pasos y descubre por ti mismo los monumentos icónicos de la antigüedad dedicados a los poderosos dioses y diosas griegos: los templos de Apolo y Atenea Pronea, cuya estructura circular es la más reconocible de todas las ruinas de Delfos. El
recorrido continuará hasta el interior del museo de Delfos, donde te encontrarás cara a cara con la penetrante mirada del famoso auriga de Delfos y otras maravillas arqueológicas. Tras hacer una parada para almorzar en el pintoresco pueblo de Arachova, excavado en la ladera de una colina a lo largo de la costa sarónica, el día terminará con un tranquilo viaje de regreso a Atenas. ¡